Aquí,
en la “Ciudad de las Montañas” , la orgullosa urbe norteña que si acaso
se dobla pero no se quiebra, como lo ha demostrado a través de más de
cuatro siglos de trabajo que le han permitido consolidar un fuerte
liderazgo regional a pesar de los vaivenes de la economía nacional
utilizando el mas preciado de sus recursos: su gente.
Hablo
con Edgar Sierra todo un personaje en la escena de la izquierda local
luego de que entre sus muchas escaramuzas públicas para denunciar unas
veces y defender causas otras, se cubrió de gloria cuando, en la
inauguración del Forum Universal de las Culturas Monterrey 2007, ante la
mirada atónita de selectos invitados nacionales y extranjeros gritó a
Felipe Calderón su descontento, desconocimiento y adhesión a los
millones de ciudadanos mexicanos para los que, en sus propias palabras
“Es un honor estar con Obrador”; pues este Señor Sierra de 21 años me
recibe y me invita a la gira de López Obrador por algunos municipios de
Nuevo León, la verdad es que llevo mi propia agenda para desarrollar en
la ciudad que me vio nacer pero despierta poderosamente mi curiosidad
ver a AMLO en el asiento geográfico del panismo norteño –más empresarial
que mocho, a diferencia del panismo del bajío- donde se dice que no hay
pobreza ni marginación porque ni los pobres y marginados se ven así
pues presas de la propaganda que las cúpulas empresariales han difundido
por años acerca de lo trabajadores y emprendedores que son los
regiomontanos se llega a la conclusión de que si no se vive bien es por
flojo e irresponsable, pero ésa es otra historia.
Llego
a la casa de la familia Sierra que me conforta con la hospitalidad y
franqueza del norteño que sin más trámite ni alegata te sienta a su
mesa; más tarde encontramos a más compañeros que se preparan para salir a
los municipios del norte del estado, me encanta que no hablen tanto y
digan las cosas de forma directa, clara y fuerte, signo distintivo de
los que por estos rumbos vivimos.
Tomamos
la carretera libre que lleva hacia los municipios del norte y por donde
se puede llegar hasta Nuevo Laredo, Tamaulipas aunque ahora casi todo
el mundo viaja por la carretera de cuota que está en mucho mejores
condiciones, dejando atrás no sin impresionarme el municipio de Escobedo
que ha crecido hasta formar parte plena del área metropolitana de
Monterrey, se pueden apreciar muchas casas de interés social, comercios,
industrias y en las jardineras instaladas en las
principales vialidades unos infames letreros que identifican al
municipio cómo “Escobello”, denominación que es el sello de la nueva
administración municipal que parece ignorar la existencia y legado del
General Escobedo, en cuyo honor ése municipio lleva su nombre.
Primera
parada el hermoso pueblo de Bustamante, famoso por el pan que ahí se
elabora y que ni tiempo tuve de comprar, llegamos para almorzar con una
impresionante vista de la sierra madre y contemplando las calles y casas
que dan cierto aire a las fotos viejas del hoy famoso Barrio Antiguo de
Monterrey aunque muchas de ellas lucen abandonadas, impresión
confirmada por el dueño de la fonda donde comimos “Si, aquí casi no hay
nadie ya todas las gentes están en el otro lado, solo se llena en la
fiesta del pueblo o en semana santa”, reflexionar que quizá por eso la
marginación no existe en esos pueblos es porque los marginados se han
ido y no forman parte de las estadísticas no resulta difícil.
Regresamos
a la carretera y ahora si, sin parar nos dirigimos hasta Ciudad
Anahuac, municipio único de la frontera neoleonesa donde está instalado
el puente internacional Colombia, después de algunas horas llegamos a la
cabecera municipal que luce un tanto descuidada pero con señales de
haber sido un pueblo con una pujante actividad económica pues se pueden
apreciar algunos edificios de mas de tres plantas y un templo católico
de grandes dimensiones que parecen dar testimonio de las palabras que a
la concurrencia dirige Eduardo Arguijo, el nuevo presidente estatal del
PRD “Este municipio que fue una tierra próspera donde se producía maíz,
sorgo, algodón y que está asentado sobre enormes depósitos de gas
natural, está hoy abandonado y padeciendo los altos precios de alimentos
y energéticos” a lo que asienten con la cabeza los pobladores que, hay
que decirlo no tenían aspecto alguno de acarreados, no hubo microbuses,
ni tortas, es más ni siquiera botellas con agua.
En
su oportunidad quienes toman la palabra y son originarios de ése
municipio no hacen sino dar continuidad a lo que líneas arriba cito;
marginación, olvido de las autoridades estatales, migración y por
supuesto problemas de inseguridad y delincuencia.
Alguien
anuncia la llegada de Andrés Manuel López Obrador lo que precipita al
centenar de personas ahí presente hacia la camioneta en la que viaja con
su equipo, apenas desciende y recibe porras, abrazos, saludos,
peticiones y demás comentarios; “Viva el presidente legítimo de México”
se escucha, a lo que la concurrencia responde con vivas y otras frases
cargadas de entusiasmo.
López
Obrador dice que ha llegado hasta Nuevo León luego de una gira por
varios municipios de Coahuila, informa que está informando acerca de la
intentona oficial de privatizar los energéticos, habla claro y directo
sobre las desventajas de privatizar los recursos estratégicos de la
nación y remueve la memoria de los presentes hablando de las
privatizaciones anteriores, las más sobresalientes las de Telmex,
Mexicana de Aviación, Ferronales, los bancos, etc.
La
concurrencia no hace sino asentir con la cabeza y comentar con el de al
lado; no es sino la verdad expresada simple y llanamente, por eso no es
difícil el “conecte” con el público, amén del carisma de AMLO.
El
caso es que, viendo rostros, escuchando voces y razones de quienes
acudieron a la convocatoria para reunirse en la plaza principal de
Ciudad Anáhuac, queda claro que es falso que la izquierda no tenga nada
que hacer por estos rumbos, lo que si necesita la izquierda es una
propuesta que parta de entender que Nuevo León, Coahuila, Tamaulipas, el norte todo no es Oaxaca, Chiapas ni Guerrero, con todo lo que de bueno y de malo tenga esa certeza.
Se
necesita una propuesta de izquierda hecha en el norte y para el norte,
los temas pueden tener diferencia de matiz, pero definitivamente
comparten el reclamo global de justicia social.
Manos a la obra.